miércoles, 12 de diciembre de 2018

Respuesta Internacional a los Problemas de Prensa


Diferentes reacciones se hicieron sentir y aun se expresan pues Venezuela quedo marcado bajo el ojo de la lupa Internacional por los abusos de censura comunicacional y las violaciones constantes a la libertad de expresión y a la libre prensa; Desde la salida del aire de RCTV son innumerables las denuncias y notificaciones a demás de notas de prensas y comunicados oficiales expresados en diferentes países, otorgando y defendiendo la postura de los afectados y beneficiados.


ABC (España) ofreció el siguiente editorial. Con el cierre de la emisora Radio Caracas Televisión, se consuma en Venezuela uno de los pasos más graves que podía dar el régimen chavista para transformarse en una dictadura que, de forma progresiva e imparable, se apropia de todas las instituciones, crea un partido único, centraliza la economía, poniéndola principalmente en manos del Ejercito y, finalmente, empieza a eliminar las voces críticas y confisca burdamente los medios técnicos que son propiedad de la emisora clausurada para ponerlos al servicio de la propaganda oficial. Es evidente que lo que está construyendo Hugo Chávez en Venezuela difícilmente se puede llamar democracia.


Los periodistas y medios de comunicación venezolanos harían bien en tener en cuenta la lección que se desprende de lo que ha sucedido con Radio Caracas Televisión. Algunos que todavía guarden cierta simpatía con el régimen pensarán que están a salvo mientras mantengan su actitud de sumisión hacia el presidente, pero cerrar una emisora es como cerrar todas, porque si al poder personal de Chávez se le permite hacerlo una vez, lo hará sin dudar cuantas veces lo considere necesario, como saben muy bien los trabajadores y directivos de la emisora Globovision, compañía que ya ha sido señalada como el próximo objetivo del régimen. A lo largo de la historia abundan los ejemplos de cuán pernicioso puede ser no rebelarse cuando los que sufren los abusos de una tiranía son otros, porque aquéllos que hoy prefieran callar no hacen sino abrir las puertas para ser las víctimas mañana.


Por tratarse de una decisión extremadamente grave, el cierre de la emisora va a tener consecuencias no menos traumáticas en los terrenos político y diplomático. De hacer caso a las bravatas de Hugo Chávez, la crisis puede llegar a desembocar en la salida de Venezuela de la Organización de Estados Americanos (OEA). No solamente no es capaz de soportar la crítica, sino que Chávez está decidido a llevar a su país a una situación de tensión externa, escenario favorito de las dictaduras para no tener que justificar sus propios errores. Al provocar un estado de excepción permanente del que pueda culpar a fuerzas exteriores, Chávez se ahorra tener que dar cuenta de los cientos de miles de millones de euros que han pasado por sus manos en los últimos siete años, y con los que ha hecho y deshecho a su antojo, sin que por ello haya mejorado la situación de los venezolanos, sino todo lo contrario.


Con esta decisión -sobre la que ya no importa lo que les quede por decir a los tribunales, que hace tiempo que fueron corrompidos por el chavismo-, el máximo dirigente venezolano ha dado un paso definitivo y muy probablemente irreversible en su evolución política. El camino por el que está llevando a Venezuela no conduce a ninguna parte, puesto que no hay ya lugar para las dictaduras en el mundo civilizado, por más petrodólares que puedan tener.


El Mercurio (Chile) expreso a Marcel Granier, director general de Radio Caracas Televisión una nota de Prensa el día Domingo 27 de Mayo.  Hasta que llegó el día fatal. A la medianoche de hoy, Radio Caracas Televisión (RCTV), la estación privada a la que el gobierno de Hugo Chávez no renovó la concesión de la señal de transmisión, dejará de funcionar, tras 53 años en el aire.

         Y, además, les tenían preparadas algunas sorpresas. La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela decidió el viernes en la noche que RCTV debe entregar al Estado, en forma temporal, su infraestructura tecnológica, y ponerla a disposición de la Televisora Venezolana Social (Tves), el nuevo canal oficialista que ocupará la frecuencia de RCTV.

         "Esto es algo insólito. Estamos ante un caso de manipulación de la justicia, de desviación de poder tan evidente, que me imagino que en los tribunales internacionales esto va a pesar", señala a "El Mercurio" Marcel Granier, director general de RCTV.

         El Tribunal Supremo especificó que RCTV mantiene la propiedad de los equipos, es decir, no es expropiación. "Claro que no es una expropiación, porque cuando esto ocurre, hay compensaciones, y aquí no ha habido compensación de ningún tipo. Que la infraestructura de RCTV pase al Estado es pura y simplemente un atropello", acota Granier, yerno de William H. Phelps, fundador de la estación.

         Chávez aseguró ayer que hay planes para sabotear la nueva estación oficialista. El Presidente ha acusado a RCTV de golpista por no informar durante el fallido golpe de Estado en su contra en abril de 2002. Granier ha dicho que con medidas como ésta, el único golpista es el propio Chávez.

          Para el empresario, el dictamen judicial es una discriminación expresamente prohibida en la Constitución. "Hoy (ayer) acaba de salir también sorpresivamente la renovación con extensión de concesión de otros dos canales: Venevisión y Venezolana de Televisión, de manera que a uno se le da un trato y a otro en idéntica situación se le da otro trato, discriminatorio".

         Nada menos que a la Fuerza Armada Nacional se le encomendó la custodia de las instalaciones de RCTV, proceso que Granier acusa comenzó el mismo viernes en la noche, tras conocerse la resolución. "Se ve que tenían todo coordinado, había una sincronización entre el poder judicial, el poder ejecutivo y el poder militar", revela el empresario. Estima que la inclusión de militares es algo preocupante, y ante la posibilidad de que derive en enfrentamientos, ordenaron a sus empleados no oponer resistencia.

          "Estamos tratando de buscar fórmulas de que se levanten inventarios de todas las instalaciones, porque son bienes de propiedad privada, que en una medida que nadie entiende, se las están entregando a otra persona que no tiene ningún derecho sobre ellas, y todo esto sin ninguna compensación de ninguna especie", reclama Granier.

           Según el Tribunal Supremo, su decisión estuvo motivada en un recurso de amparo solicitado por comités de usuarios de televisión, después de que el ministro de Telecomunicaciones, Jesse Chacón, indicara que en un primer momento el nuevo canal público se vería sólo en Caracas y Maracaibo. "Son argucias legales que no están contempladas en las leyes, decididas de manera absolutamente irregular y en obvia coordinación con el Poder Ejecutivo", dice Granier. Tampoco se especificó por cuánto tiempo el Estado controlará las instalaciones.

            Los últimos días la justicia venezolana ha rechazado recursos interpuestos por la televisora, pero en RCTV aún aguardan con confianza un pronunciamiento: el de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, organismo que recibió la denuncia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. "Como sucedió anoche (viernes), aún no hemos podido notificar a la Corte y a la Comisión de los últimos acontecimientos, pero lo haremos".

           Faltan horas para que RCTV deje de transmitir, y Granier lanza un llamado: "Lo que queda es que el Presidente recapacite, que se percate que éste es un acto que cuenta con el repudio total del país, de la comunidad democrática internacional, que a la larga le hará muchísimo daño al país, y a él mismo, que marca un giro hacia un gobierno arbitrario, abusador, concentrador de poderes y todavía está a tiempo, queda un día y medio (ayer)".

          Muchas instituciones venezolanas y extranjeras han pedido al gobierno que recapacite, dice Granier. "Han solicitado entrevistas y reuniones que él ha negado. Espero que estas próximas horas recapacite (Chávez) sobre esta intolerancia, arbitrariedad y el abuso que ha mostrado en este caso, y corrija la medida".

         Miles de personas participaron ayer en una marcha en Caracas a favor de RCTV. La manifestación, que transcurrió sin incidentes, concluyó ante la sede de la televisora, donde directivos, periodistas, actores, en su mayoría de esa cadena, se dirigieron a la multitud para expresar su protesta ante el cese de la concesión al canal más antiguo de Venezuela, informó EFE.

         Con gritos de "Libertad, libertad" y consignas contra la decisión del gobierno por considerarla una violación a los derechos humanos y a la libertad de expresión, los manifestantes recorrieron unos 3 kilómetros en una marcha transmitida en directo por RCTV y Globovisión. La protesta fue convocada por los principales partidos opositores a Hugo Chávez.

         Salida del aire de televisora refuerza el poder mediático de Hugo Chávez en Venezuela. Cuando a la medianoche de hoy la señal de Radio Caracas Televisión (RCTV) sea sacada del aire por el Gobierno de Hugo Chávez, el Mandatario venezolano verá consolidado el poder mediático de su gobierno y habrá logrado un efecto intimidador en el resto de los actores informativos que se oponen a su revolución socialista.

          Con RCTV fuera de carrera, bajo las acusaciones de golpista y de querer desestabilizar al gobierno, de los cuatro canales de señal abierta y cobertura nacional, dos pertenecerán al Estado: Televisora Venezolana Social (Tves), la que reemplazará a partir de esta medianoche a RCTV, y Venezolana de Televisión.

         En Venezuela, los canales del Estado no se parecen a lo que es TVN en Chile. Los expertos afirman que son canales gubernamentales con una programación en la que abiertamente no hay posibilidad de que alguien opositor siquiera sea entrevistado.

          La estatal Venezolana de Televisión se ha "repotenciado", y han surgido nuevos medios oficiales como VIVE, un canal que se define como cultural y educativo, o ANTV, el canal de la Asamblea Nacional, cuyos parlamentarios son todos oficialistas. Además, se creó Telesur, canal de información internacional en el que el gobierno de Venezuela tiene la participación mayoritaria.

          Las otras dos estaciones de cobertura nacional, Venevisión y Televen, son privadas, y hasta hace un par de años mostraron una línea crítica hacia Chávez. Pero la situación cambió después de que Chávez superara un referéndum revocatorio en agosto de 2004. Periodistas muy identificados con la oposición salieron de esos medios y algunos redujeron sus espacios de opinión, sustituyéndolos por informativos menos "editorializados".

         "Venevisión y Televen pasaron de ser medios muy críticos con el gobierno, a tener una posición editorialmente más favorable. Incluso hay un estudio que hizo la Unión Europea a fines de 2006 que demuestra que más del 60% de la programación de estos dos canales es con información favorable al gobierno", afirma a "El Mercurio" Andrés Cañizales, del Centro de Investigaciones de la Comunicación de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas.

         Según ha señalado el propio Marcel Granier, director general de RCTV, Gustavo Cisneros, su concuñado y dueño de Venevisión, abandonó la confrontación luego de una reunión con Chávez. Con este escenario, del lado de la oposición sólo quedará Globovisión, canal de noticias durante las 24 horas. Sin embargo, en señal abierta ésta sólo llega a Caracas y a la cercana Valencia.

          "RCTV llega al 94% de la población del país, mientras que Globovisión tiene una influencia muy reducida. El lunes, muchas poblaciones de Venezuela van a poder acceder sólo a canales del Estado. Eso no se va a sentir tanto en las grandes ciudades, ya que tienen la opción del cable e Internet, pero en los sectores más pobres del país y en los que están fuera de las grandes ciudades va a ser un tema muy crucial la pérdida de opciones informativas distintas a la gubernamental", agrega Cañizales.

          Una opción que estudia RCTV es la de que su señal se incluya en la parrilla de las cadenas de televisión por cable. Pero aunque haga eso, RCTV perdería más de la mitad de su audiencia. Mientras la penetración de la televisión abierta en Venezuela es de un 95,2%, la televisión por cable sólo llega a un 21,34% de la población. Aunque la encuestadora Datanálisis afirma que esta cifra aumenta a 40,8% si se consideran los hogares que se "cuelgan" de la señal.

         

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