Se
acercan los comicios electorales del 6 de Diciembre, los mas importantes de la Historia Moderna de Venezuela según muchos, pues, es en ellos donde elegiremos nuestros
representantes ante la Asamblea Nacional y junto a ellos comienzan a sentirse las
diferentes tendencias, discursos y promesas en torno a un pueblo hambriento no
solo de Alimentos, sino, de Justicia, Cambio y Esperanza...
Hace unos años
atrás, nuestro país estaba polarizado y dividido en tendencias y colores
partidistas que llenaban como un carnaval cada pared y cada calle, e incluso,
hasta en los pueblos más apartados, donde cabe resaltar que no hay luz ni agua,
pero si pintura para rayar paredes; actualmente, solo reina el color de la
miseria, el color del caos, el color del dolor, sin embargo, podemos afirmar
que hoy estamos más unidos que nunca con la escasez y las colas, con el hampa y
la corrupción, con la mediocridad y el aferro al poder de quienes hacen de las
suyas en Miraflores, sin voltear a ver a quienes estamos abajo, haciendo colas
y tratando de sobrevivir.
Con
el sempiterno cuento del socialismo del siglo XXI, nos hacen creer en una
patria brillante y de igualdad de condiciones pero donde solo tiene cabida el
que se doblega y postra rodilla en tierra ante los intereses del pequeño
grupito que gobierna, pero, Venezuela no
es Socialista, pues, no somos un pueblo que se dobla ante los hombres, nuestra
Esperanza y la Fe está puesta en la mirada de Dios y no en los ojos de una
persona que ya dejó de existir y que ellos tanto se empeñan en hacerlo ver
vivo, mostrando sus ojos las paredes más amplias de las calles de nuestro país.
El
venezolano es activo, trabajador, noble y rumbero; nos desvelamos viendo un Caracas
– Magallanes, peleamos con nuestros panas y nos contentamos, nos desayunamos con
una arepa hecha con Harina PAN, aunque dejamos todo para última hora, siempre
cumplimos con nuestros deberes y, al final de todo, tenemos tiempo para compartir
con la familia; pero si nos hacen vivir en colas, si nos quitan la arepa y si disponen
de nuestro tiempo, dejaremos a un lado esa identidad que nos caracteriza, ese
sello único de “Hecho en Venezuela”.
Yo
no voy a darte razones por las cuales votar, tampoco voy a darte un discurso de
cómo vivir, solo te invito a que salgas a la calle y veas, escuches y vivas la
verdadera realidad que suena en las voces de cada uno de los habitantes de tu
cuadra, sé tú mismo el que juzgue el desempeño de la revolución y con tu voto
dicta el veredicto final que tu conciencia y tu razón te dejen… Solo recuerda
que la Esperanza es lo último que se pierde y un pueblo sin Esperanza No Vale
Nada…